viernes, 21 de noviembre de 2014

Gritar en mute

En mis mundos mando yo, aunque reines tu. Mis palabras no tienen dueño a diferencia de tus bragas. Si hablo de tus muslos y no lo deseas, aparta la mirada, si puedes. Mi deseo entiende de bozales lo que los tsunamis. Puedes tratar de cabalgar la ola pero por muy fuerte que remes la ola te cabalgara a ti. Al mar no lo paras con las manos, si pretendes no mojarte, es mejor huir. Como no vas a dejarme tocarte sin tocarte antes si pretendes que me calle y no he de dejarte de escribir?
Estas mas perdida que una brújula en un campo de imanes minúsculos, y en el kaos yo te sigo, haciendo ochos entre jerarquías de valores y sentidos contrarios mayúsculos.
Me pides a ratos atención y nos buscamos entre las sombras de los pliegues de las sabanas. Pero he de callarme las cerdadas que deseas. Y las deseo yo más. Las aplico tanto, que de instintos básicos hago ríos de tinta. Todo esto es ilógico. Te prometí un despertar entre tus muslos, unos buenos días donde las intimidades hunden.
Nos gritamos en mute los gemidos que nos unen.

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